- Artículo de Soledad Arnau sobre sobre la Asistencia Personal y Asistente Sexual.
- Las sillas de ruedas no son necesariamente una atadura: también pueden ser un divertido juguete erótico.
Jamás he caminado sobre mis piernas y por eso me desplazo en
una silla de ruedas. Tampoco he podido llevarme una cucharilla a la boca ni
levantar un vaso de agua. Por eso cuento con la ayuda de una persona -mi
asistente personal- que me permite llegar a donde no alcanzo.
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